El Plan de Control Financiero 2021 que la Diputación Provincial de Castellón ha emitido este noviembre revela que el PSOE, que anunció en 2019 el fin de los contratos a dedo, duplicó en el ejercicio 2020 este tipo de procedimientos en el departamento de acción social.
Así se desprende del documento de control financiero de las subvenciones concedidas entre 2017 y 2020. Un balance de gestión en el que se advierte que el departamento de acción social, dirigido por la vicepresidenta Patricia Puerta, concedió en 2019 con un gobierno del PP un importe de 672.185,07 euros en ayudas directas que el PSOE disparó hasta los 2.334.967,40 euros en 2020.
Precisamente fue Puerta quien el 26 de noviembre de 2019 anunciaba para el ejercicio 2020 unas “subvenciones más participativas y transparentes”. Pero la realidad fue bien distinta, “porque fue la vicepresidenta socialista la que en 2020 creó chiringuitos, como ella mismo los llamó, por un importe tres veces superior a los contabilizados en 2019”.
En efecto, la comparativa del último año de gestión del PP en relación con el primer ejercicio de gobierno de PSOE y Compromís “arroja un incremento considerable de los contratos a dedo, tal y como los ha etiquetado el PSOE”, recuerda Mª Ángeles Pallarés, portavoz adjunta del PP en la Diputación Provincial. El balance económico, por el contrario, advierte que “la concurrencia competitiva en ambas anualidades fue prácticamente idéntica. En 2019 fueron 2,7 millones los tramitados por esta vía frente a los 2,8 gestionados por el PSOE en 2020”.
“Nos pedían no tener miedo a la concurrencia competitiva y anunciaban el fin de la discrecionalidad. Y en el primer año de gobierno, su gestión demostró precisamente lo contrario, incrementaron más de un 70% los fondos tramitados en acción social a través de este tipo de procedimientos”.
Para el Partido Popular en la Diputación Provincial “el PSOE vino a dar lecciones y ni siquiera se las aplica”. “Ellos que en 2019 anunciaron el fin de las contrataciones directas, que anunciaron que iban a acabar con los convenios singulares, han demostrado en su primer año de gestión que son incapaces de cumplir aquello que pregonan”. “Nosotros seguimos creyendo que estas fórmulas son oportunas para ganar en agilidad cuando la urgencia de un proyecto lo exige. Con responsabilidad, rigor y prudencia en la gestión”, ha manifestado Pallarés.