El 65% de los valencianos con discapacidad cree que la COVID-19 estancará su inclusión laboral en la década de 2020

El 65% de los valencianos con discapacidad cree que la COVID-19 estancará su inclusión laboral en la década de 2020

Acaba de finalizar el año más difícil de nuestra historia reciente, que será recordado como el de la pandemia mundial, esa que nos hizo sentir más vulnerables y sacudió – tal vez para siempre- nuestra escala de valores. Una emergencia sanitaria sin precedentes que ha tenido efectos devastadores en la economía, poniendo además en jaque retos sociales en curso, como el de la plena inclusión de las personas con discapacidad.

En este contexto, la Fundación Adecco, con la colaboración de CHM Obras e Infraestructuras presenta el informe “Discapacidad y expectativas para la nueva década” que basa sus conclusiones en una encuesta a 600 personas con discapacidad entre 18 y 60 años, de las cuales 200 son de la Comunidad Valenciana.

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “Detrás de toda crisis hay una llamada a la responsabilidad colectiva e individual. Hemos de aprender del pasado y no permitir que las personas con discapacidad se queden atrás en la era COVID-19 siendo, como siempre, los últimos en reponerse del impacto económico.  Escuchar sus demandas y reivindicaciones constituye el primer paso para que todos los agentes sociales nos coordinemos para darles respuesta, permitiendo así que formen parte de una recuperación económica inclusiva en la que el empleo va a ser el motor para salir adelante”.

Por su parte, Francisco Martínez, director general de CHM Obras e Infraestructuras -compañía que ha colaborado en la edición del informe- comenta que: “en estos tiempos convulsos, desde CHM Obras e Infraestructuras nos sentimos en la responsabilidad de potenciar nuestro compromiso con aquellos que más lo necesitan. Creemos que es nuestra obligación reivindicar la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad y eso se logra, únicamente, integrándolas en el camino hacia la recuperación. Partiendo de esta filosofía, apoyamos a la Fundación Adecco en la elaboración del informe Discapacidad y expectativas para la nueva década, convencidos de su potencial para visibilizar las desigualdades que las personas con discapacidad afrontan en el mundo laboral de la era COVID-19”.

Estas han sido las principales conclusiones:

Opinan que estamos ante una “década perdida” en la que no habrá progreso, ya que el distanciamiento social y la crisis económica no ayudarán a normalizar la presencia de las personas con discapacidad en la sociedad y en el mercado laboral.
Al ser preguntados por sus “3 grandes deseos” para la próxima década, un rotundo 95% menciona el “empleo estable” como principal aspiración. El empleo se convierte en todo  un anhelo, en la medida en que más de la mitad (55%) declara haber sentido discriminación laboral en algún momento de su vida y un 70% sostiene que la discapacidad sigue siendo un hándicap para encontrar trabajo.
En segundo lugar, un 84% reclama la “normalización de la discapacidad en la sociedad” y un 72% pide más empatía.
Fuera de las respuestas dominantes, destacan otras como la del hombre con discapacidad intelectual que se conforma con “poder abrazar a la gente” o la mujer con discapacidad física que pide “que el mercado de trabajo se recicle para poder incluir a todos y que las personas con discapacidad dejemos de ser un colectivo al margen de la sociedad”.
El 86% de las personas con discapacidad cree que en la presente década se consolidará el teletrabajo; sin embargo, un 44% opina que este fenómeno puede frenar su inclusión laboral, debido a la falta de contacto presencial que dificulta el intercambio de valores, la empatía y la normalización.
Según Francisco Mesonero: “las personas con discapacidad creen que su inclusión laboral permanecerá en punto muerto durante los próximos 10 años. Ante esta realidad, hemos de demostrarles que no les dejamos atrás y adoptar medidas excepcionales para que estén presentes en las empresas, siendo el empleo el único elemento capaz de garantizar su inclusión social y normalizar su vida. Las políticas activas de empleo, la colaboración público-privada y las estrategias de Diversidad & Inclusión son la llave, no solo para evitar el estancamiento, sino para convertir la tragedia en reto y acelerar como nunca el proceso de inclusión social y laboral”.