Han transcurrido cinco penosos años para la citricultura española desde que en Octubre de 2016 entrara en vigor el Tratado con Sudáfrica. Aunque los países sudafricanos se encuentran en el hemisferio Sur, nuestra campaña solapa con sus importaciones desde septiembre hasta noviembre. El tratado ha sido tan beneficioso para los países que conforman la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC) que desde la firma del tratado han aumentado sus exportaciones de cítricos a la UE en un 30% y la previsión es que sigan creciendo a costa de la disminución de la producción española, ya que los sudafricanos, están aumentando la superficie productiva de cítricos tardíos. Sus exportaciones superan ya las 600.000Tn anuales de naranjas y mandarinas y 800.000 si añadimos limones y pomelos
La situación en estos momentos de inicio de campaña es que los lineales de las grandes superficies están vendiendo únicamente cítricos sudafricanos y existen muy pocas operaciones en campo de los cítricos de primera estación españoles, lo que producirá un fatídico retraso en la recolección de las variedades tempranas como la Clemenrubí, la Orogrós o la Oronules y la acumulación de fruta para los meses venideros, lo que supondrá una sobreoferta de cítricos y la caída de precios.
A pesar de campañas desastrosas como la de 2018-2019 en donde los precios fueron extremadamente bajos y más de 500.000Tn de cítricos se quedaron en el campo sin recoger, nunca se ha activado la salvaguarda prevista en el tratado.
Ante este grave problema, que amenaza con la desaparición de muchos productores de cítricos, el Ministerio de Agricultura, la única petición que realiza a la UE ante la revisión del tratado con Sudáfrica es: la revisión del sistema de control para prevenir la entrada de la polilla del naranjo (Thaumatotibia leucotreta) y su sustitución por un sistema basado en el tratamiento de frío como requisito para las importaciones de cítricos desde países en donde se encuentre la plaga.
Esta petición del MAPA, es insuficiente: en primer lugar porque no resuelve el problema de la sobreoferta que provoca en el mercado de la UE la entrada sin límite de cítricos; y en segundo lugar, porque sólo se está pidiendo el tratamiento en frio para una plaga, cuando existen muchas otras de las que debemos protegernos, máxime cuando con la estrategia de la Granja a la Mesa, la UE pretende eliminar el 50% de los fitosanitarios.
Por todo ello, las Asociaciones de agricultores de Vila real (ALIV), de Nules (AAN), de Algemesí (ADARIBERA) y la comarca del Camp del Turia (AVIDA), mediante escrito, han solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ante la revisión del Tratado de Sudáfrica, solicite al órgano de la Comisión Europea, que negocie en la revisión del tratado, lo siguiente:
La revisión de la parte citrícola, limitando las exportaciones a la UE por parte de los países sudafricanos. Estableciendo unos cupos máximos mensuales, para evitar sobreofertas en el mercado que afecten a los precios de los cítricos españoles, y para que se deje de fomentar que operadores europeos se deslocalicen e importen cítricos desde fuera de la UE, creando una segunda cadena alimentaria de máximos beneficios que no baja precios al consumidor final, pero en cambio arruina a los productores españoles
Que se establezcan unas tasas arancelarias que compensen esa diferencia de coste de producción, para que, ante la competencia externa, los precios de los cítricos españoles no puedan bajar de los costes de producción en España.
Exigir que la fruta que se importe de países terceros, no contenga ni se detecten residuos, por mínimos que sean, de productos fitosanitarios prohibidos o no autorizados en países miembros de la UE
Exigir el Tratamiento en Frio que evite la entrada de cualquier plaga en Europa, no solo para la para la Thaumatotibia leucotreta, sino también para cualquier país en la que haya alguna plaga de fruta que pueda entrar en Europa.
Los tres primeros puntos son para que se respete el Principio de Preferencia Comunitario, aún en vigor como uno de los tres principios básicos de la PAC. Y el último, para evitar la entrada de nuevas plagas en Europa en cumplimiento de la Ley de Sanidad Vegetal 43/2002 y de toda la Normativa de sanidad Vegetal de la UE