Territorio revisa la rehabilitación del albergue para priorizar la seguridad y la eficiencia energética.

Territorio revisa la rehabilitación del albergue para priorizar la seguridad y la eficiencia energética.

El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Vila-real ha realizado algunos ajustes en el proyecto de rehabilitación del albergue municipal de la ermita, cuyas obras comenzaron a finales de marzo, para adaptar la actuación a las condiciones reales del edificio y otras circunstancias sobrevenidas, como el uso de materiales artesanales que reclaman mano de obra especializada. El modificado, que no afecta ni a la superficie ni al presupuesto inicial de la obra, supondrá prescindir en esta primera fase del comedor acristalado previsto inicialmente y centrar la inversión en la adecuación energética del inmueble y el refuerzo de elementos estructurales para asegurar el edificio, datado en los años 30 del siglo pasado.
“El albergue municipal es un edificio muy antiguo y, como en todas las casas viejas, cuando empiezas a obrar aparecen problemas que no podías prever de antemano. Por eso, hemos considerado prioritario actuar sobre estos problemas, que afectan a la seguridad y también a la eficiencia energética del edificio, antes de acometer otro tipo de obras”, señala el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol. “Es una lástima que no podamos dotar en estos momentos al albergue de la cristalera que nos habría gustado y que suponía una actuación de integración paisajística en el entorno del Termet muy interesante, pero, como suele decirse, no podemos empezar la casa por el tejado y ahora, lo primero, es actuar en otros elementos del inmueble como la reparación del balcón, que está en muy mal estado, o la sustitución de toda la carpintería exterior”, señala el edil.
A estos inconvenientes derivados del estado del inmueble, se añaden otras circunstancias imprevistas de carácter económico. En concreto, el proyecto inicial contemplaba bóvedas tabicadas de ladrillo y el uso de madera de mobila vieja, en consonancia con el entorno en el que se insiere el edificio. Materiales que, tal como señala el informe del arquitecto municipal, precisan de la intervención de oficios artesanales, con mano de obra especializada, cuya colocación, por el repunte en la demanda privada, se ha encarecido notablemente, además de las dificultades de contratación de profesionales.