El consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del Mijares censa la colonia de aviones comunes del molino del Termet

El consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del Mijares censa la colonia de aviones comunes del molino del Termet

El Servicio de Guardería Rural del Consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares formado por los ayuntamientos de Almassora, Burriana, Vila-real, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana acaba de finalizar por segundo año consecutivo el censo de la colonia de aviones comunes (Delinchon urbicum) ubicada en la ermita de la Virgen de Gracia de Vila-real, concretamente en el edificio del molino de la ermita. En el censo se ha podido constatar la ocupación de 29 nidos de un total de 100 en buen estado. En el año 2020 se ocuparon 18 nidos de un total de 69. Por el momento este censo está confirmando un aumento gradual de la colonia del Termet que habrá que confirmar en los próximos años. El Servicio de Guardería Rural del Consorcio río Mijares sigue la metodología del Proyecto Golondrinas que es una iniciativa del Instituto Catalán de Ornitología (ICO). Los censos se hacen con unidades de muestreo que combinan cuadrados de 200 x 200 metros para definir el área exacta de la zona que se contabiliza. Los censos se realizan a primera hora de la mañana o al final de la tarde entre el 1 de mayo y el 31 de julio. El guarda responsable de los censos Gonzalo Juan ha dedicado varios días y horas de observación para completarlos. Para hacer el seguimiento de una manera más sencilla se ha dividido el edificio del molino del Termet en tres partes: la fachada principal y entrada al restaurante, la fachada derecha y la izquierda. Tras cada una de las partes donde los aviones construyen los nidos se han dividido en cuadros bien diferenciados para hacer el censo. Los censo del Consorcio río Mijares se centra en contar los nidos que están en plena construcción o que se encuentran en bastante buenas condiciones para ser ocupados por esta especie migratoria, pero también se anotan los nidos rotos y los ocupados por otras especies, básicamente los gorriones (Passer domesticus).

Más aviones comunes y menos moscas y mosquitos

El avión común es parecido a una golondrina (Hirundo rustica), pero más pequeña, compacta y con la rabadilla blanca. Es de un color negro azulado y brillante por la parte de arriba y blanco por la de abajo. A diferencia de la golondrina común tiene la cola más corta y también de horquilla. Su vuelo es rápido y ágil y desde muy antiguo cría en construcciones humanas, en el campo, en pueblos pero también en grandes ciudades. Es una especie muy gregaria que cría en colonias y fabrica los nidos con forma de bola de barro pegadas a los edificios. El nido está totalmente cerrado menos un orificio de entrada, mientras que el de la golondrina es como una taza abierta por arriba. Se trata de una especie migratoria y estival que llega a nuestros pueblos y ciudades durante la primavera y abandona la península Ibérica hacia finales del verano y principios de otoño. Aunque desde hace unos años se está produciendo una invernada en el suroeste de España según la Sociedad Española de Ornitología, SEO-Birdlife. Cada ejemplar de avión común es capaz de cazar a diario cientos de moscas, mosquitos, pulgones, coleópteros, mariposas y otros insectos. Su tarea de eliminación y control de insectos molestos y perjudiciales para las personas es importantísima, por tanto, respetar las colonias de cría de estas aves servirá para hacer un control natural de las plagas que cada vez más afectan la actividad social y doméstica de las personas.

Aves y nidos protegidos por la ley
La Ley de Patrimonio Natural y la Biodiversidad de 2007 hace referencia a la fauna silvestre y la prohibición de dañar, capturar e incluso molestar o inquietar intencionadamente a los animales salvajes en cualquier época del año o de cualquier manera. Esta prohibición determinante afecta especialmente a los nidos de cualquier especie. Las aves insectívoras como los aviones comunes, las golondrinas, los vencejos comunes (Apus apus) y otros forman parte del patrimonio natural y están protegidas por la ley. Esta ley prohíbe especialmente la destrucción o el deterioro de los nidos, viveros y áreas de reproducción, invernada o reposo. Por lo tanto las obras o trabajos, el recreo o cualquier actividad que pueda ocasionar molestias en zonas donde hay nidos se deben programar con tiempo, comunicarlas a las autoridades ambientales o realizarlas en épocas del año donde la nidificación sea inexistente.