La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) asegura que “asistimos absortos a un nuevo ejemplo de gestión deficiente”, en relación con la construcción de una nueva unidad de cuidados intensivos en el Hospital de La Plana, proyectada para abrir a finales de 2020, y cuyo estreno “no ha llegado ni llegará” para aliviar la grave situación que vive actualmente el centro sanitario.
El sindicato ha querido poner el foco en este centro por ser “el botón de muestra” de lo que consideran “una gestión política que empeora este panorama de por sí desolador, una incapacidad que mina la moral de los profesionales sanitarios”. CSIF explica que estas instalaciones, diseñadas para aumentar las plazas de intensivos al conectarse estructuralmente con la actual UCI del hospital, “sería un gran alivio para el hospital pero las obras están casi sin empezar dos meses después de lo que sería su supuesta puesta en marcha”.
“Se ha tenido que habilitar la UCSI con 8 camas para pacientes COVID que requieren cuidados intensivos y la UCI normal, con 10 camas, está ya completa” explica CSIF, que estima que en estas circunstancias no se puede actuar con pasividad y dejar que no se cumplan plazos, “porque una cama UCI más puede ser una vida que se salva en estos momentos”. Estas obras fueron encargadas a Tragsa mediante por procedimiento de urgencia y por valor de 1,9 millones de euros.
El sindicato concluye que su visita a las obras para trasladar ánimos a los empleados e informarles sobre la disponibilidad que tendrán de nuevos espacios espacio “ha resultado ser un fiasco, una obra que no está ni siquiera a medias y una administración que incumple su palabra con los sanitarios y los ciudadanos en el momento más difícil”.