Vila-real reconoce la aportación histórica de la Comunidad de Regantes, el Rosario y la Purísima con la Medalla de Oro de la ciudad

Vila-real reconoce la aportación histórica de la Comunidad de Regantes, el Rosario y la Purísima con la Medalla de Oro de la ciudad

El Ayuntamiento de Vila-real ha entregado esta tarde la Medalla de Oro de la ciudad -el máximo reconocimiento que concede el consistorio a personalidades y entidades del municipio- a tres instituciones centenarias: la Comunidad de Regantes de Vila-real, la Asociación de Hijas de María del Rosario y la Congregación de Hijas de María Inmaculada. Con esta ceremonia de entrega de medallas, celebrada en el Auditorio Municipal Músico Rafael Beltrán Moner, el Ayuntamiento retoma los actos institucionales suspendidos durante el último año a causa de la pandemia.

El acto ha estado presidido por el alcalde de Vila-real, José Benlloch, quien ha abierto la sesión plenaria para la entrega de las distinciones. Debido a los protocolos de prevención, además de la restricción de aforo del Auditorio, también se ha limitado la presencia de autoridades sobre el escenario, de forma que únicamente se han sentado los portavoces de los grupos municipales y los premiados, además del alcalde y la concejala de Relaciones Institucionales, Noelia Samblás. Estos dos últimos han ocupado la mesa presidencial. El resto de la corporación municipal ha seguido el acto desde el patio de butacas, junto a las autoridades y público invitado.

Tras la apertura de la sesión por parte del alcalde, Noelia Samblás ha dado lectura al acuerdo plenario del 24 de noviembre de 2020 en el que, por unanimidad de todos los grupos municipales, se concedió la Medalla de Oro de la ciudad a las citadas entidades. El presidente de la Comunidad de Regantes, Pasqual Broch, ha sido el primero en recoger la distinción; seguidamente ha sido la presidenta de la Asociación de Hijas de María del Rosario, Cristina Pesudo, quien ha recibido la Medalla de Oro en nombre de la entidad; finalmente, Núria Bonet, presidenta de la Congregación de Hijas de María Inmaculada, ha recogido el galardón que reconoce la labor y trayectoria de la institución que preside.

Por su parte, el alcalde, José Benlloch, ha iniciado su discurso con un recuerdo para las víctimas de la covid-19, en especial para los 82 vila-realenses fallecidos, así como para todas aquellas personas que están sufriendo las consecuencias de la crisis económica que ha provocado la pandemia. Benlloch ha asegurado que, precisamente a causa de los estragos que ha causado el virus, “el día de hoy adquiere un significado trascendente, ya que nos permite reencontrarnos para que los colectivos galardonados puedan exhibir los mejores valores humanos de la ciudad de Vila-real. Valores que ahora son más necesarios que nunca, y que nos ayudarán a renacer y a superar, con el esfuerzo de todos y todas, juntos, los retos que la pandemia nos ha puesto por delante en todo el mundo”.

El alcalde ha valorado la aportación histórica de la Comunidad de Regantes, la Asociación de Hijas de María del Rosario y la Congregación de Hijas de María Inmaculada que “con su larga trayectoria y experiencia, están firmemente arraigadas en la historia de nuestra ciudad. Son tres de las entidades más antiguas de nuestro pueblo, y si sumáramos las edades de las tres juntas, nos daría el saber acumulado de más de 600 años de historia”, ha subrayado.

La Comunidad de Regantes de Vila-real, que ha cumplido en 2020 su 150 aniversario, tiene como función prioritaria la administración de las aguas de riego del río Mijares, la gestión de las obras de aprovisionamiento, conducción y distribuciones del caudal de agua concedida, así como el financiar de manera asociada las obras realizadas y su explotación. Entre los motivos por los que el Ayuntamiento de Vila-real otorga la Medalla de Oro a la Comunidad de Regantes destaca “su ejemplo de mediación para el uso de un bien tan preciado como es el agua”. El fomento de la sostenibilidad, el mantenimiento del patrimonio hidráulico o su papel fundamental en el crecimiento económico de Vila-real son otros de los valores que merecen el reconocimiento de la ciudad. Asimismo, también se distingue su apuesta por “la innovación, ya que a lo largo de los más de 150 años de su existencia ha ido adaptando los sistemas de riego a las innovaciones para un uso sostenible del agua”.

La Asociación de Hijas de María del Rosario conmemoró el pasado año su 200 aniversario. Esta entidad fue fundada en 1820 en la iglesia Arciprestal, integrada por mujeres jóvenes y solteras, siguiendo las directrices de las congregaciones marianas. El consistorio ha valorado, a la hora de distinguir a la Asociación, su función “solidaria, piadosa y formativa, especialmente dirigida a la juventud como base fundamental de su existencia”. Además, también destaca la importancia como bien inmaterial de sus fiestas anuales, y en especial de la Missa del Roser, que se celebran en torno a la festividad del Rosario, el 7 de octubre.

La Congregación de Hijas de María Inmaculada es una de las instituciones religiosas más importantes y longevas de Vila-real, fundada en 1756 en el convento e iglesia del Rosario, donde vivió y murió el patrón de la ciudad, san Pascual. La Congregación desarrolla una destacada labor pastoral y social, centrada sobre todo en los más jóvenes, a través del fomento de los valores de religión católica. Asimismo, también cabe reseñar la relevancia religiosa, histórica y cultural de sus fiestas, que tienen lugar en torno a la festividad de la Purísima, el 8 de diciembre.