Vila-real inicia el derribo de la casa de barrio de la Sénia y pone fin a un problema de años de aluminosis en la sede vecinal

derrumba  El Ayuntamiento de Vila-real, a través de la Concejalía de Territorio, ha iniciado los trabajos de demolición de una parte del edificio de la casa de barrio de la sede vecinal de la Sénia que pondrá fin a los problemas “de años” de aluminosis que afectaban a esta parte de la sede vecinal. A la actuación del área afectada por este problema se sumará ahora la adecuación del edificio restante como dependencias para el uso de los vecinos.

Las obras de demolición de la parte afectada por aluminosis han sido realizados por una empresa de Vila-real contratada para estos trabajos y dejarán una superficie que se acondicionará como área verde, en prolongación del Pou d’Amorós. Por lo que respecta al local restante de la sede de la Asociación de Vecinos de la Sénia, anexo al inmueble afectado y con un superficie de unos 215 m2, se procederá a la realización de trabajos de rehabilitación y acondicionamiento “con una nueva red de saneamiento, falsos techos, baños y oficinas, entre otras mejoras”, según explica el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, quien ha supervisado el inicio de los trabajos de derribo.

“El estado de la sede de la Sénia ha sido una prioridad para este equipo de gobierno quien ha mantenido en los últimos meses diversas reuniones con sus vecinos para informarles del proyecto urbanístico y las gestiones que estábamos llevando a cabo para dar respuesta a sus demandas y solucionar un problema que la asociación viene arrastrando de años” recuerda Obiol. “Por fin, después de salvar los problemas legales que han impedido hasta ahora nuestra actuación, podremos garantizar la seguridad de los vecinos para que puedan llevar a cabo sus actividades y reuniones habituales” ha señalado el responsable de Territorio. En esta misma línea el concejal de Participación Ciudadana, Xavi Ochando, ha querido subrayar las palabras de Obiol y ha destacado la importancia que tiene esta actuación “en la que además de hacer posible que los vecinos puedan desarrollar sus actividades con las máximas garantías se consigue mantener una casa que fue construida por los propios vecinos del barrio y que es, por tanto, de gran valor emotivo para todos ellos”, concluye.