Los vecinos, comerciantes y otros interesados y afectados por el derrumbe de los antiguos juzgados de Vila-real se han reunido esta tarde con el alcalde de la ciudad, José Benlloch, y los concejales de Fomento Económico, Pasqual Batalla, y de Territorio, Emilio Obiol. Una cita en la que el equipo de gobierno ha informado de los pormenores del proyecto que, a priori, arrancará el 9 de marzo ante el malestar de parte de los asistentes por la fecha fijada para la actuación. De hecho, un comerciante de la plaza Colom ha entregado unas firmas solicitando que las obras, que ha considerado positivas, se acometan en verano, cuando baja la actividad comercial. Según ha expuesto este restaurador, el inicio de año no ha sido bueno por lo que padecer un par de meses las obras perjudicaría más a sus establecimientos e incluso alguno podría no aguantar la situación. Desde el equipo de gobierno han defendido, al igual que algún vecino, la importancia “de no dejar pasar el tren” y actuar de forma inmediata. En este sentido, los responsables municipales han informado de que existen presiones para dar uso a estas instalaciones aquejadas en parte de aluminosis y que son un foco de insalubridad. Los actuales responsables han argumentado que su compromiso es demoler este edificio, actualmente de titularidad municipal, pero han apuntado a que el equipo que pueda resultar de las elecciones de mayo quizás no comparta este objetivo. Además, Obiol ha recurrido al proyecto de recuperación de las murallas de la ciudad para ejemplificar los problemas que podría tener posponer la actuación.
En este sentido, el concejal de Territorio ha explicado que estaba previsto acometer esta iniciativa en 35 días pero que se ha alargado de forma considerable al aplazarla por la llegada de fechas señaladas. Benlloch, Obiol y Batalla han defendido que el consistorio tiene disposición de abonar sin problemas los poco más de 300.000 euros que supondrá esta actuación que, si no se produce ningún cambio, comenzará el 9 de marzo “como muy tarde” y que tendrá un plazo de ejecución de 45 días aunque las molestias más importantes de polvo, ruido y tráfico se concentrarían en “3 o 4 semanas”. Respecto al total del proyecto del entorno de la plaza Colom, Benlloch ha indicado que el consistorio no dispone de los 4 millones de euros que costaría crear un nuevo mercado central, dos plantas de aparcamiento y acondicionar totalmente la plaza y que, además, el consistorio no ha recibido el visto bueno de la Generalitat acerca del Plan de Reforma Interior necesario al ser un espacio cercano a la iglesia Arciprestal, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). Algunos vecinos y comerciantes han abandonado la reunión con cierto regusto amargo al considerar que la explicación llega tarde puesto que el proyecto está cerrado así como que las consultas previas realizadas por el consistorio no han sido suficientes. Con todo, el alcalde y los dos ediles se han comprometido a estudiar las propuestas y quejas surgidas así como trasladarlas al resto de integrantes del gobierno municipal para conocer su postura.