Si bien es verdad que en los últimos años la incorporación de hombres al colectivo de Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) ha experimentado un incremento destacable, la profesión continúa siendo mayoritariamente femenina y por ello, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) queremos sumarnos al Día Internacional de la Mujer para reivindicar el papel que las TCE realizan en los distintos ámbitos sanitarios y sociosanitarios y la necesidad de que, por las características de penosidad, toxicidad, peligrosidad e insalubridad propias de este ámbito laboral, la edad ordinaria de jubilación se anticipe a los 60 años sin que ello suponga ninguna penalización.
Las TCE son responsables de proporcionar al paciente/usuario todas aquellas técnicas de enfermería y cuidados dentro de sus competencias que mejoran la salud de los usuarios y garantizan su bienestar. Un trabajo que conlleva posturas inadecuadas, ritmos excesivos de trabajo, estrés, movilización de pacientes/usuarios, movimientos repetitivos, el empleo de productos químicos contaminantes – hay investigaciones que apuntan que la metabolización de las sustancias químicas es diferente en hombres y mujeres, afectando más a éstas, incluso con menores dosis de exposición-, y la presencia de altos niveles de ruido en algunos servicios, lo que puede provocar tinnitus y trastornos en la voz por la necesidad de elevarla.
Pero, además, la incorporación de la mujer al trabajo no ha traído los cambios sociales deseados, haciendo que su jornada se extienda al ámbito doméstico, aumentando así la sobrecarga laboral, el agotamiento y el estrés al tener que buscar permanentemente fórmulas para poder conciliar su vida personal y el cuidado de menores y/o mayores con los horarios laborales.
Estos factores reducen el tiempo de descanso, fundamental para evitar problemas músculo-esqueléticos, que son la principal causa de discapacidad en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Estos trastornos pueden ser de corta duración, como las fracturas, o enfermedades crónicas que causan limitaciones en las capacidades, como la tendinitis de codo. Además, estos problemas también pueden afectar a la salud mental.
“El de las TCE es uno de los colectivos con mayor predisposición a sufrir alguno de estos trastornos, que limitan la movilidad y la destreza, lo que les obliga a acogerse a la jubilación anticipada a pesar de la reducción del poder adquisitivo que esto conlleva. Por ello desde SAE queremos aprovechar este día para exigir, una vez más, la reducción de la edad ordinaria de jubilación sin penalización para nuestro colectivo, formado principalmente por mujeres”, explica Isabel Lozano, secretaria de organización y comunicación de SAE.