Durante el debate en el Senado de la “Moción por la que se insta al Gobierno a reforzar lo impulso al desarrollo de las interconexiones energéticas de España con lo resto del continente europeo” presentada por el PSOE, Mulet presentó una enmienda en el texto original que hacía una defensa a ultranza de este modelo, en el cual, desde Compromís se exigió que esta apuesta se hiciera siempre con la coordinación correspondiente y siempre teniendo en cuenta la voluntad de la administración local y autonómica así como a que se den todas las garantías medioambientales posibles y se opte siempre por la opciones de menor impacto aunque esto suponga una mayor inversión para las empresas. Esta propone fue incorporada al texto aprobado por el Senado.
Tal y como explicó el senador “ Compartimos el espíritu de la necesidad de actuar urgentemente Contra los efectos del calentamiento global y de la dependencia de los recursos fósiles, del cambio climático y de todos los retos negativos que ponen en riesgo el futuro de nuestra especie y de quienes nos puedan suceder. “La invasión y la guerra de Ucrania, por ejemplo, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad a que estamos sometidos como consecuencia de la excesiva dependencia energética otras zonas, de los oligopolios y de los combustibles fósil. Pero todo esto no puede ser la excusa para justificar operaciones que puedan afectar -de forma dramática- los territorios por donde tienen que pasar estas interconexiones continentales. Las renovables o las líneas de Muy Alta Tensión (MAT) no pueden tener total impunidad para destruir paisajes, zonas rurales y lugares con alto valor medioambiental.”
Mulet va remarca una apuesta clara. por la máxima independencia energética, por las comunidades energéticas locales, por descarbonizar y ubicar las plantas donde interesan a la sociedad y no en las grandes empresas, por la autonomía local y autonómica para decidir el qué y el dónde “La urgencia por la crisis climática no puede ser la justificación para seguir dependiendo de nuevo de las grandes empresas, oligopolios, que hemos visto cómo juegan con nosotros y con nuestros recursos (agua, luz y combustibles).
Desde la formación se defendió desde la tribuna, que megaparques solares y eólicos, líneas MAT están proliferando, jugando a ubicarse entre autonomías para burlar su control, dividiéndose en proyectos de menos envergadura para facilitar su tramitación y después planteando aberrantes subestaciones y líneas de evacuación hechas sin ninguna sensibilidad por el territorio ni su gente, sin tener en cuenta su fragilidad, ni la voluntad de la gente, hipotecando el que siempre ha sido del vecindario de cada pueblo. “ Es indigno, más propio de una política extractiva y especuladora, colonial que de sentido común. Ahora grandes interconexiones energéticas que no pueden hacer de nuestro Estado una gran autopista energética de donde extraer por no revertir los beneficios en la sociedad , y de esto tenemos que hablar, porque si tenemos que aplaudir aquello positivo, también intentar corregir los errores de esta revolución energética
“Nos encontramos ante intereses concretos para llevar energía para otros lugares, autopistas energéticas, que pasan por el territorio, y si no ponemos atención pueden destrozarlo, sin beneficios territoriales, con un impacto grandísimo en zonas en las que nadie ha tenido las narices de llevar internet en 30 años. Tenemos que exigir a las empresas que las alternativas de ubicación y diseño de las conducciones, de su recorrido, sean donde menos impacto ambiental tengan, por mucho que sean más caras y siempre sometidas a las evaluaciones ambientales correspondientes en coordinación con las CCAA y administraciones implicadas- expuso Mulet
Por eso también se defendió que no pueden ser de interés general porque sí, todas aquellas operaciones de empresas privadas de producir o transportar energía de un lugar a otro y donde el Estado español será solamente el lugar por donde pasan. “Porque ya nos tememos que seremos por donde pasará las grandes línes desde África a Europa y no recibiremos un céntimo a cambio de la destroza ambiental Tenemos un territorio minúsculo donde vivir y no lo queremos destrozar. Actuamos de forma inteligente, elegimos las alternativas más viables, consensuadas y sostenibles con el territorio. No hipotecamos en el territorio para beneficiar a los de siempre. Hagamos uno revolución energética, donde las personas y su entorno, sean el centro y los protagonistas, no las víctimas.