El PSOE ha convertido la pasarela de Xilxes en el emblema de su política de abandono para la costa de una localidad que espera desde hace años que reparen una infraestructura singular “que era símbolo e imagen de nuestra costa”. El abandono, la dejación e funciones y la incapacidad de un alcalde para defender los derechos de la población, ha convertido esta infraestructura “en una vergüenza pública que Xilxes no merece pero que el alcalde ampara y justifica porque antes que su pueblo están sus siglas”.
Desde el Partido Popular de Xilxes, Vicente Martínez Mus, ha reivindicado “la autoridad, fortaleza y vehemencia que un alcalde debería practicar para anteponer los intereses de su pueblo a los de su partido”. Desde el PP, “hemos exigido a todos los niveles, tanto en el Ayuntamiento de Xilxes como en el Senado, la inversión que merece esta infraestructura y la respuesta ha sido echar balones fuera”.
Por ello, “frente a esta desidia y desprecio que demuestra el Gobierno de España hacia nuestro pueblo, los vecinos de Xilxes esperaban que su alcalde luchara por los intereses de la localidad y defendiera la debida inversión que el Ministerio de Transición Ecológica debe asumir como competente que es en materia de Costas”.
Sin embargo, “la triste realidad es que el alcalde lo que ha venido a hacer es a resolverle los problemas a su jefe de filas Pedro Sánchez para cargar en los bolsillos de los vecinos de Xilxes los gastos derivados de la reparación de la pasarela”. En efecto, el alcalde socialista solicitó hace cerca de un año la concesión de esta infraestructura para repararla y adecuarla con cargo a los fondos de toda la población. “Y lo hizo indebidamente, a nuestro entender, porque Xilxes no tiene que asumir un gasto que le corresponde al Gobierno de España”. Pese a todo, “el abandono del PSOE es tal tanto a nivel estatal como local que pasado casi un año desde aquella solicitud el Ministerio de Transición Ecológica sigue hoy sin dar respuesta. Y la triste realidad es que Xilxes convive en su playa con una pasarela que debería ser un orgullo y hoy por hoy es una vergüenza”.