La Coordinadora Valenciana de ONGD ha denunciado hoy en un nuevo comunicado, la inacción del Ayuntamiento de Vila-real en materia de cooperación al desarrollo en el peor momento de la crisis global que está generando la pandemia de coronavirus. Las entidades explican que el Consistorio -que hasta hace poco era un referente a nivel estatal porque cumplía con la meta del 0,7% de los presupuestos dedicado a Ayuda al Desarrollo- lleva tres años sin invertir un euro en ese capítulo.
Las ONGD llevan ya dos años denunciando esta situación, que afecta gravemente a proyectos de lucha contra la pobreza y la desigualdad en algunos de los países más pobres del mundo como Ruanda, Burkina Fasso, Senegal, India, Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Muchos de estos países están sufriendo gravemente el impacto del coronavirus que, en todo el mundo, está arrojando a la pobreza extrema a 115 millones de personas, según las últimas cifras del Banco Mundial. Además, en el caso de los países centroamericanos, el reciente paso de los huracanes Eta e Iota ha dejado a más de seis millones de personas damnificadas, que han perdido todo lo que tenían.
En concreto, la Coordinadora ha pedido en reiteradas ocasiones -por escrito y presencialmente- al alcalde José Benlloc, que abone las cuantías que debe a las ONGD desde 2016, que sólo en lo que se refiere a ese año ascienden a 31.000 euros.
También le han solicitado que resuelva definitivamente la convocatoria de subvenciones correspondientes a 2019 -que tenía que distribuir cerca de 300.000 euros- pendiente desde febrero del presente año. Están pendientes de recibir estas ayudas, entre otros, proyectos educativos en India, Paraguay, Ruanda y Kenia, y proyectos de apoyo a la salud primaria en Burkina Fasso, Togo y Sudáfrica.
Crisis excepcional
Así mismo, la Coordinadora de ONGD pide que, aprovechando que en la situación de crisis excepcional en la que nos encontramos se pueden tramitar ayudas de forma urgente, el Ayuntamiento publique con carácter inmediato la convocatoria de ayudas para 2020, porque la situación de las poblaciones más empobrecidas y excluidas con las que trabajan las ONGD no puede esperar.
“Se lo hemos recordado muchas veces, y estamos ya cansadas de promesas que no se cumplen. Lamentamos profundamente que uno de los municipios valencianos que había destacado históricamente por su solidaridad, lleve años paralizado en esta materia. El Ayuntamiento se escuda en problemas de recursos humanos que, por lo visto, lleva años intentando resolver sin éxito. No puede ser tan complicado gestionar unas ayudas que, por otro lado, son vitales para la supervivencia de miles de personas”, explica Esther Pamplona, portavoz de la Coordinadora Valenciana de ONGD en Castellón.