La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ha transferido hoy la presidencia del Consorcio Gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Millars a su homólogo de Vila-real, José Benlloch, tras dos años de gestión en los que ha tramitado 28 contratos y ha administrado 413.000 euros bajo el impacto COVID. Esta etapa ha estado marcada por el descenso de nuevos vertidos a la mitad pese a que, debido a la pandemia, el paraje ha recibido un incremento de las visitas “jamás vivido” con 1.046 atenciones a usuarios desde 2020, más del triple que en el periodo anterior. Además, es la primera vez que el consorcio consigue una subvención para ejecutar un proyecto de conservación (la recuperación de la Gola Nord).
Ambos alcaldes, junto a la primera edil de Borriana, María Josep Safont, han escenificado hoy, en el XV aniversario de la entidad, la presidencia rotatoria del consorcio tras la junta de gobierno celebrada en el salón de plenos de Almassora con la presencia de la diputada María Jiménez y representantes de la Generalitat Valenciana y el Sindicato de Riegos.
Galí ha destacado un hecho histórico que ha marcado la evolución del paraje protegido haber asumido la presidencia del consorcio una semana antes del confinamiento domiciliario. Este suceso, ha recordado, motivó el “impacto positivo que hizo que fauna y flora prosperaran en sitios donde nunca había habido” y, tras la flexibilización de las medidas sanitarias, “una afluencia de personas que nunca se había producido con familias, menores y deportistas que conocieron entonces la joya que supone el Millars”. No en vano, de las 298 atenciones a visitantes de 2018 a 2019, la cifra se triplica hasta superar las mil en los dos últimos años.
Este incremento de las visitas motivó la decisión de cerrar nuevos espacios al tráfico para restringir el acceso de vehículos al paraje y así evitar los vertidos ilegales, además de retirar con la mayor celeridad posible cualquier resto de basura para evitar que actúe como atractivo de nuevos vertidos. De esta manera, pese al aumento de usuarios, el consorcio ha logrado el hito de reducir los focos ilegales, que entre 2018 y 2020 detectó 108 nuevos vertidos y entre 2021 y 2022 fueron 54 frente a los correctos usos del paraje, que han pasado de 13 actividades deportivas a 25.
También han mejorado datos de importante calado: construcciones ilegales (de 11 a 2), animales muertos (de 19 a 14), vehículos mal estacionados (de 170 a 113) y circulación de vehículos (de 130 a 38) tras la firmeza de la junta directiva de priorizar a peatones frente al tráfico rodado para mejorar la convivencia y evitar el vandalismo en el entorno del río. En este sentido, la calidad del agua se ha mantenido en los mejores registros con el avistamiento de nutrias en 10 puntos y la llegada de flamencos hasta las lagunas.
Otros hitos que han marcado la gestión de estos dos años son los proyectos de conservación ejecutados, como la recuperación de la Gola Nord en el tramo más próximo a Almassora, que supuso la consecución de la primera subvención de una administración externa. La Generalitat aportó el 85% de los 51.061,01 euros de la operación. La apuesta de las cinco entidades que forman parte de la junta de gobierno por distribuir las actuaciones entre los tres términos municipales continuará a partir de los próximos días con la ejecución de la nueva laguna en la Borriana.