Estíbaliz Pérez exige que Cs obligue a retractarse a su portavoz municipal de Peñíscola, tras referirse a la concejala socialista Esbrí como “roja de mierda”

Estíbaliz Pérez exige que Cs obligue a retractarse a su portavoz municipal de Peñíscola, tras referirse a la concejala socialista Esbrí como “roja de mierda”

La secretaria de organización del PSPV-PSOE en la provincia de Castellón, Estíbaliz Pérez, exige a la dirección provincial de Ciudadanos que llame al orden a su portavoz de Peñíscola, Javier Mateu, y le conmine a retractarse tras su ataque vejatorio hacia la portavoz municipal socialista, Isabel Esbrí, a la que el pasado 17 de febrero llamó “roja de mierda” durante la celebración de la comisión telemática municipal de Gobernación. En su opinión, “urge que la formación naranja actúe con la máxima contundencia para no ser cómplice de unos hechos insólitos y muy graves, que incitan al odio, sobrepasan los límites de la educación, el buen gusto y el respeto hacia las personas, y además, destilan un marcado tufillo machista”.

Para Pérez, la “actitud guerracivilista y revanchista” de Javier Mateu “sería inadmisible en todos los casos, pero lo es mucho más cuando se trata del portavoz municipal de un partido como Ciudadanos, que defiende que ha nacido para regenerar la política española”. “Obviamente”, añade, “difícilmente se puede regenerar nada con insultos y faltas de respeto”.

La dirigente socialista cree que “en este caso, al señor Mateu ni siquiera le vale  intentar agarrarse al comodín del ‘calentón’ por el fragor del debate político, ya que los exabruptos se profirieron al inicio de la conexión telemática cuando el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, preguntó a los asistentes cómo estaban”.

La secretaria de organización socialista también hace un llamamiento al alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, “para que corte de raíz este tipo de comportamientos en el ámbito municipal”, ya que “los insultos y las descalificaciones no deben tener cabida en las instituciones”.

Estíbaliz Pérez ha finalizado diciendo que “el alcalde debe ser más contundente y más rápido a la hora de reaccionar ante hechos de este tipo”, porque “su apelación de ayer en la junta de portavoces al respeto y a la necesidad de que no se pierdan las formas, llegó ocho días tarde y resultó excesivamente laxa”.