Escrito remitido por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador a la Conselleria de Agricultura

Escrito remitido por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador a la Conselleria de Agricultura

La Plataforma per la Dignitat del Llaurador que reúne bajo un mismo paraguas a la mayor parte de las entidades, asociaciones e instituciones del sector citrícola y social de la comarca de la Plana de Castellón, en esta ocasión ha agrupado en una misma problemática a 15 ayuntamientos de la provincia de Castellón (Nules, Borriana, la Vilavella, Vila-real, Castelló de la Plana, Onda, Almassora, Moncofa, Betxí, la Llosa, Almenara, Xilxes, la Vall d’Uixó, les Alqueries, y Artana); las Cooperativas Agrícolas de las poblaciones de Borriana, Nules, Almassora, Moncofa, Onda, Castelló de la Plana y la Vall d’Uixó; el Sindicato Central de Aguas del Rio Mijares; la Asociación de Pozos de Riego de la provincia de Castellón; y la Asociación de Aplicadores Fitosanitarios de la provincia de Castellón (APLACA). A los que hay que sumar los miembros de la Asociación por la Diferenciación y Puesta en Valor de la Clemenules de la comarca de la Plana de la provincia de Castellón que no pertenecen a la Plataforma como son la Caixa Rural Sant Josep de Nules; los comercios citrícolas BAGU, García Ballester y Llombart Producer Group; y las cooperativas de exportación Vallfrut, Cítrics de Nules, SOEX 2 de Moncofa y Artanfrut, que consensuan el presente escrito y se remite a la Consellera de Agricultura para mostrar su disconformidad con la no firma este año del Acuerdo del Consell de aprobación de medidas para limitar la polinización cruzada entre plantaciones de cítricos, tal como venía realizándose todos los años, tras hacerse eco del Plan de Viabilidad de la Apicultura Valenciana presentado por las sectoriales apícolas de las Organizaciones Agrarias, y advierte de las consecuencias que tendría para la comarca de la Plana, tanto para el sector citrícola como para las consecuencias directas sobre el territorio y la propia sociedad de la comarca.

En los años 80 y 90 se plantaron a lo largo del territorio de la Comunitat Valenciana variedades híbridas de mandarino que provocaron la presencia de semillas en los frutos de otras variedades del grupo mandarinas que, hasta el momento, no las producían. La consecuencia fue un menoscabo de la calidad final de algunas variedades de cítricos con grave repercusión comercial negativa. Por ello, y con objeto de evitar la presencia de semillas en frutos cítricos, se estableció evitar la llegada de colmenas a las zonas citrícolas en la época de floración, mediante un Acuerdo publicado entre los meses de febrero y marzo por la Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica que regulaba la instalación de estas colmenas en todo el territorio de la Comunidad Valenciana, siendo una medida que se ha demostrado efectiva para evitar el gran problema que supone la aparición de semillas en las mandarinas, que las convierte en fruto no comercial.

La firma del acuerdo durante los últimos años ha regularizado la actividad de la apicultura melífera o ganadería apícola en nuestra zona, permitiendo la existencia de apicultores pegados al territorio así como la existencia de abejas silvestres, no así la llegada de explotaciones apícolas que aprovechan el periodo de floración de nuestros cultivos para traer en grandes cantidades sus colmenas y abejas, que tras la floración se las vuelven a llevar a su territorio de origen, ya que aprovechan la gran concentración y continuidad floral de la flor del azahar existente en nuestra zona para multiplicar la cantidad de sus abejas y número de colmenas, siendo este hecho más importante que la propia producción de miel de azahar.

Existen en la actualidad muchísimas fincas diseminadas por la comarca de la Plana de mandarinas híbridas, que cumplen escrupulosamente la legislación vigente y que han sido cultivadas por agricultores que, para poder llegar a disponer de su fruto, tal como ocurre con todos los cítricos, han tenido que trabajar e invertir en ellos varios años hasta que la fruta por tamaño y cantidad, ha estado en disposición de ser comercializada.

Por otra parte, la gran mayoría de fincas cultivadas en nuestra comarca disponen de clementinas, en la actualidad sin semillas, lo que las hace comerciales y son un motor para nuestra economía y nuestra sociedad tal como la conocemos, por lo que la llegada de apicultores durante la época de floración de sus naranjos, a menos de 1 kilómetro de su finca, y dado que existen diseminadas fincas con plantaciones híbridas por toda la comarca, provocará inevitablemente el efecto masivo de la polinización cruzada, con la pérdida del valor comercial de la clementina, lo que supondrá el desastre total de la citricultura de nuestra comarca.

La comarca de la Plana es una zona muy sensible al efecto de la “pinyolá” debido a la gran cantidad de pequeñas parcelas unidas, de las cuales la gran mayoría son clementinas y entre las cuales se encuentra variedades híbridas. La floración se produce en un reducido espacio de tiempo, por lo que la llegada masiva de colmenas y abejas que invadan estos campos durante el periodo de floración produciría un desastre absoluto en todas las fincas de los agricultores de la zona, provocando un desastre de consecuencias económicas, sociales y medio ambientales de dimensiones incalculables.

Es por ello que, mientras no se disponga de una solución alternativa al problema de la polinización cruzada, exigimos se renueve el acuerdo que establece las medidas para limitar la polinización cruzada entre plantaciones de cítricos, tal como se ha venido haciendo las últimas 3 décadas y que ha surtido efecto, eliminando por completo el problema tan grande de la “pinyolà” para nuestras clementinas, proponiendo que tras la firma del acuerdo este año en las mismas condiciones de años anteriores, se establezca una mesa en la que estén presentes los representantes de todos los sectores afectados para que se pueda consensuar las medidas a adoptar en futuros acuerdos para los próximos años.