El Partido Popular de Almassora ha reclamado una “escucha activa” al PSOE para “aceptar la voluntad mayoritaria de dos comunidades educativas, las de los colegios Errando Vilar y Embajador Beltrán de Almassora, que no quieren cambiar los nombres de sus centros educativos”. La petición la formula el PP después de que el Consell haya decidido de forma unilateral que estos centros “deben elegir un nuevo nombre para sus colegios o, en caso de que se nieguen, se les asignará uno de oficio”.
“Las comunidades educativas, las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, los equipos docentes y los antiguos alumnos tienen derecho no solo a opinar, sino que a su opinión sea tenida en cuenta”, ha señalado la portavoz del PP en Almassora, María Tormo. Por ello, explica la regidora, desde el Grupo Municipal del PP en la localidad “vamos a ejercer de altavoz de estas familias, docentes y centros que desean que su postura sea tenida en cuenta en el procedimiento impuesto por el Consell que pretende acabar con la denominación histórica de dos centros que son pasado, presente y futuro de nuestro municipio”.
Velar por esos derechos y garantizar que sus posiciones sean tenidas en cuenta “es un deber”. Porque hoy “hay muchas voces que cuestionan la decisión del Consell de vetar los nombres tanto del Embajador Beltrán como del Errando Vilar”. El primero, insigne abanderado de Almassora por todo el mundo, funcionario de carrera defendió la cultura y el progreso como embajador y cónsul, y volvió a su pueblo natal, donde murió el 30 de diciembre de 1970. El segundo, doctor de reconocido prestigio, también falleció en 1970 y tuvo en Almassora su lugar de refugio, al que acudía siempre que podía en la conocida casa de Les Carotes.
Hoy, “esta historia viva de nuestra localidad es defendida por muchas familias y docentes” que rechazan la imposición de un Consell que exige suprimir los nombres de ambos colegios alegando que “contraviene la legislación vigente en materia de memoria democrática”. Y precisamente, “lo que alegan muchas voces es que se tenga en cuenta esta memoria porque es un orgullo y no debe borrarse del imaginario colectivo porque es un pasado que merece ser recordado. Por ello, son muchos los que están orgullosos de los nombres de sus centros, porque responden a figuras insignes de la historia de nuestro pueblo y tienen un carácter sentimental”.
De hecho, mantiene Tormo, “ser del colegio Embajador Beltrán o del colegio Errando Vilar es un sentimiento de pertenencia de miles de alumnos que durante 60 años en el primero y 50 años en el segundo han sido parte de este legado. No queremos que nadie borre esta historia viva de nuestro pueblo”, ha concluido la portavoz del PP en Almassora.