El pasado martes a mediodía la embarcación Aita Mari, de la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario, atracaba en el muelle de poniente del puerto de Vinaròs.
Después de un largo periplo, el barco guipuzcoano regresa a la Comunidad Valenciana. Aita Maria zarpó el 20 de enero del Puerto de Borriana para sumarse a la flota de rescate civil humanitario, que opera mayoritariamente frente a las costas libias. El 28 de enero desarrolló una operación de rescate en la que pudo poner a salvo a 105 personas, entre ellas 17 mujeres, 63 hombres, 9 niños y 16 menores.
Trás una larga estancia en Lampedusa, llega al puerto de Vinaròs para realizar reparaciones, puesta a punto y prepararse para su siguiente misión de rescate. La entidad tenía previsto realizar estas acciones en Borriana, pero la alta ocupación del puerto y la falta de espacio le ha llevado a decidirse por el puerto de la comarca del Baix Maestrat.
La problemática de falta de espacio en el puerto burrianense, ha obligado a L’Aurora Grup de Suport, entidad que coopera con las entidades y embarcaciones de rescate civil humanitario, a acelerar el proceso para sumar a los puertos de Vinaròs i Benicarló a la red de Puertos Solidarios, donde acoger a las distintas embarcaciones y ONG.
El equipo de coordinación de l’Aurora ha mantenido reuniones con las empresas responsables de los varaderos para recopilar su carta de servicios y características técnicas. Además de contactos con diversas instituciones y actores de la zona para ir creando una estructura de apoyo a las embarcaciones similar a la ya desarrollada con éxito en Borriana. Con este fin la entidad ha desplazado a un Coordinador para la zona del Baix Maestrat, que se encargará de poner las bases del grupo de apoyo. Crear una red de comercios y servicios de confianza, que a su vez refuerce la economía de proximidad y coordinar al voluntariado, son sus objetivos prioritarios.
El mismo martes, componentes de L’Aurora,estuvieron colaborando en la operación de amarre de la embarcación y desde hace jornadas cooperan para que la llegada a tierra sea lo más cómoda posible. La entidad, creada en abril de 2021, crece de manera exponencial y ya suma más de 90 voluntarios que realizan diferentes funciones, con una misma finalidad cooperar en tierra para que no se pierdan más vidas en el mar.