Compromís pide que la apuesta por fotovoltaicas y eólicas no sea la escusa para destrozar comarcas enteras y pide una ordenación

Compromís pide que la apuesta por fotovoltaicas y eólicas no sea la escusa para destrozar comarcas enteras y pide una ordenación

El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha afirmado hoy que ante la nueva burbuja de las renovables que están causando gran preocupación en buena parte de los territorios con menos densidad de población “ hay que impulsar desde todas las administraciones un pacto para que lo que en principio ha de ser una apuesta de futuro no se convierte en la condena para estas zonas”

Según Mulet “ la apuesta de futuro son las renovables, pero ha que partir de unos mínimos de sensatez, por ello entendemos el rechazo social en comarcas turolenses como Gúdar-Javalambre o Maestrazgo en Teruel o en los casos de Chiva, Alt Vinalopó, Valle de Ayora en territorio valenciano o en cualquier parte del Estado despoblada, estas instalaciones han de ser parte de la solución para vertebrar el territorio y generar economía en estas comarcas, y no continuar degradando más la zona, agrandando las brecha y continuando con la política extractiva de décadas que tanto daño han hecho, por ello hace falta un regulación sensata, que tenga en cuenta la voluntad de los propios municipios a decidir su futuro, ya que esta situación recuerda demasiado a la burbuja inmobiliaria, y hay que recordar que todas las burbujas acaban explotando ( hasta las políticas, como Ciudadanos)”

El senador ha explicado que ante esta proliferación descontrolada “ igual tocaría poner el contador a cero, marcar una pausa y reconsiderar el modelo, o el daño de algo que debería ser bueno puede ser irreparable, por ello estamos exigiendo a la Administación Central, quien tiene las competencias en las instalaciones de más de 50MW, que analice y pause las tramitaciones hasta conseguir el consenso necesario con el territorio”

Por ello, Mulet ya ha exigido desde la Cámara Alta articular, con carácter de urgencia, todas las medidas que sean necesarias para limitar la dimensión de los nuevos proyectos de energías renovables y ordenar la distribución territorial de estos proyectos para avanzar en la necesaria implantación de generación de energía de una manera más equilibrada y limpia, así como dimensionar y favorecer pequeñas instalaciones de energía fotovoltáica -de entre 1 y 10 MW- que suponen de 2 a 15 hectáreas de superficie máxima ocupada por proyecto, frente a los parques de gran tamaño, que son más impactantes y menos eficientes, dado que han de transportar la producción, con sus correspondientes pérdidas y costes.

El senador valencianista remarca que estos proyectos han de ir acompañados a actuaciones van a favorecer una economía estable y duradera que refuerce el sector primario o la industria y no los sustituya, así como para compensar y preservar los activos del paisaje, y buscar un pacto   entre administraciones para  avanzar hacia  una planificación adecuada para la instalación de centrales eólicas y fotovoltaicas el  medio rural, teniendo en cuenta los impactos ambientales, paisajísticos, sociales y territoriales que estas instalaciones generan, para que se garanticen el respeto a las decisiones de los territorios y se busque  un amplio consenso político para afrontar la necesaria ordenación y planificación de este sector, especialmente en zonas de alto valor ambiental y paisajístico aunque no gocen de figuras ambiciosas de protección de los espacios naturales.

Desde Compromís se defiende que es necesario impulsar un consenso para que las instalaciones eólicas y solares de mayor  impacto puedan ubicarse próximas a las zona más antropizadas, “ya que se minimizaría el impacto paisajístico y la pérdida de energía por su transporte. Una ubicación junto  grandes vías de comunicación, a las subestaciones de evacuación de energía o a los grandes centros de consumo, así como  la repotenciación de instalaciones ya existentes y complementar los modelos en zonas sensibles con proyectos de menor escala adaptados al territorio de generación distribuida y autoconsumo.”

Para acabar con la política extractiva de recursos, que no dejan en el territorio parte del beneficio, se ha propuesto también se impusel que  en las zonas en las que se instalan las grandes plantas de generación renovable, se pongan en marcha proyectos de autoconsumo colectivo para las instalaciones públicas y privadas allí ubicadas. Esto permitiría que estos entornos tuvieran menores costes energéticos y con ello una ventaja competitiva para impulsar su desarrollo y creación de empleo, a través de un sistema más eficiente al eliminar las pérdidas que se producen en el transporte.    “Estas macroinstalaciones deben tener un plan ligado al aprovechamiento de la energía en el territorio donde se ubican, generando nuevas industrias que permitieran generar expectativas de empleo a la población local. La manufactura de la energía en el lugar de su producción evitaría repetir modelos pasados de extractivismo del territorio rural para beneficio de grandes centros de consumo, como ocurrió con los grandes embalses o con el carbón”.

Desde Compromís se ha recordado que igualmente se ha de garantizar que evitar, como ocurre ahora, que    la tramitación fragmentada de muchos proyectos en un mismo territorio, con evidente interconexión entre ellos, el cual es un problema detectado en la actualidad, y que implica la pérdida de la necesaria visión global de cómo ordenar la implantación y el desarrollo de fuentes de energía renovable.

Mulet también pide iniciar desde el Gobierno una regulación más decidida y ambiciosa para que todos los municipios, independientemente de su tamaño, implanten instalaciones procedentes de fuentes renovables en un plazo de cinco años para cubrir como mínimo el 50% de sus necesidades energéticas a través del autoconsumo de energía, favoreciendo así una mejor implantación, fomento del autoconsumo, distribución y la creación de cooperativas de producción local, con la correspondiente colaboración e impulso del Gobierno y el resto de administraciones competentes , y crear tarifas diferenciadas específicas para los municipios que acogen parques solares y eólicos como compensación por el impacto visual, paisajístico e incluso acústico de estas instalaciones en la población local, principalmente ubicados en zonas despobladas o en riesgo y que beneficien a quienes apuesten y utilicen energías agrovoltáicas en el sector primario, facilitando así la asimilación de la producción, la distribución y minimizando el transporte.