Compromís per Vila-real propone ‘aparcar’ el proyecto de mejora de la puerta de Sant Pasqual y destinar los 100.000 euros a Educación y Servicios Sociales

Compromís per Vila-real propone ‘aparcar’ el proyecto de mejora de la puerta de Sant Pasqual y destinar los 100.000 euros a Educación y Servicios Sociales

Compromís per Vila-real propone aparcar el proyecto de renovación de las puertas de acceso a la basílica de Sant Pasqual, que contará con una inversión municipal de 100.000 euros. Desde el Grupo Municipal consideran que la potenciación del turismo es importante para la ciudad, pero en la actual situación “hay cuestiones que pueden esperar y este recurso no resulta vital para la sociedad vila-realense en su conjunto en estos momentos”.

Por este motivo, proponen esperar a que haya un cambio en las actuales circunstancias, ya que “nos encontramos en plena ola de rebrotes por el Covid-19 y, si ya se ha tenido que renunciar a muchos proyectos para ayudar a nuestros vecinos y vecinas en unas pocas semanas de estado de alarma, no sería de extrañar que debido a los nuevos contagios se necesitara nuevamente una aportación extra por parte del Ayuntamiento para hacer frente a todo lo que conlleva una paralización de la economía de Vila-real a gran escala”, afirma la portavoz adjunta, Maria Fajardo.

En este sentido, desde Compromís manifiestan que “hay muchas áreas a las que se podría destinar la cantidad presupuestada para la renovación de la puerta del templo, pero especialmente hay dos que son primordiales, como las de Educación y Servicios Sociales”. Así, señalan que en septiembre el Ayuntamiento podría verse obligado a liberar espacios para su uso por parte de los centros educativos que, además, deberían ser adaptados para este uso a causa de la pandemia, por lo que se necesitará inversión municipal.

Asimismo, en el área de Servicios Sociales “toda cantidad es poca, ya que miles de vecinos van a necesitar ayuda, por lo que se debería tener la previsión suficiente para evitar que nadie se quede por el camino”.

“Sabemos la importancia de fomentar el turismo, pero con un estado de alarma o un confinamiento nadie va a visitar la ciudad ni la basílica. En cambio, sí habrá personas que necesiten que estemos a su lado desde la Administración más próxima a los ciudadanos”, concluye Fajardo.