El proyecto ‘Ciudad Feliz’ regresa este 2021 al Museu de Belles Arts de Castelló con una exposición más multidisciplinar que nunca y con la ilusión intacta pese a la coyuntura actual. Este jueves se ha inaugurado la muestra que siempre ha manifestado una clara apuesta por Castellón con la presencia de la vicerrectora de Cultura de la Universitat Jaume I de Castelló, Carmen Lázaro, el director del proyecto, Rafa Gallent; además de la presencia de Trinidad Enguídanos, del Servicio de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres del Ayuntamiento de Castelló, la doctora en Estética Rosalía Torrent y la profesora de Psicología Social de la UJI, Raquel Agost, entre otros. Pese a que para esta exposición estaban programadas una serie de visitas guiadas presenciales la organización que coordina el proyecto ha anunciado que las visitas se realizarán a través de videollamadas y en tiempo real. La muestra podrá visitarse hasta el próximo 14 de febrero. Para facilitar la visita a la exposición de manera virtual también se lanzará un video con el que aproximar los detalles de la misma a todo el público y apostando “por una cultura segura”.
Ciudad Feliz sigue teniendo un perfil muy ecléctico, además de un crecimiento orgánico que es muy palpable en esta muestra. Como siempre la exposición cuenta con el corpus principal de casitas formando un círculo de 7 metros de diámetro con casi 5.000 casitas de madera intervenidas. Y junto a ella el bosque de oxígeno que cada vez copa mayor protagonismo dentro del proyecto y que alcanza ya los 3 metros de diámetro.
Una de las novedades de la exposición es la presentación a modo de preludio de la serie de fotografías ‘Soñadoras’ del fotógrafo Paco Sanz. La serie completa se podrá ver en el Espai Cultural del Menador, pero en el Museu ya podemos descubrir algunos detalles del anteproyecto y una de las siete instantáneas que forman la serie. Las piezas tienen algo de estudio experimental con un juego de veladuras muy interesantes.
La segunda de las novedades es la incorporación al proyecto de la artista plástica Mayesa Mira con una pieza de plástico reciclado y luz. La instalación sigue una línea de esculturas con los mismos elementos que inició hace ahora siete años. El propósito es el de visibilizar y apoyar el reciclaje y la reutilización de estos materiales, además de la protección del mar y el medio ambiente. En esta ocasión la artista ha utilizado plásticos de flejar materiales de construcción y envases plásticos alimenticios, junto a tiras de leds, creando una pieza esculpida que “simboliza la energía gestante que alimenta la tierra de forma que el reciclaje y la reutilización de estos materiales tenga un espacio constructivo y expansivo en esta Ciudad Feliz”, señala la creadora.
Además, la exposición cuenta con una pantalla donde se proyecta el documental de Lucía Aragón y un tótem de voces con audios de algunos de los participantes.
“Ciudad Feliz es un proyecto que apuesta por la valentía y por la cohesión social. Nos identifica el optimismo y afrontar siempre los retos del presente con la plena convicción y creencia en la ciudadanía”, explica Rafa Gallent.