La Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Vila-real ha puesto en marcha un protocolo de actuación contra los mosquitos en parcelas privadas que se ha saldado con 108 peticiones de actuación por parte de los vecinos afectados.
La medida, puesta en marcha a inicios del mes de julio, ha permitido atender al 100% de solicitantes, aunque únicamente se ha podido actuar en la mitad de los casos, debido a que muchos propietarios no cumplían con los requisitos que se piden por parte de la empresa encargada de fumigar para garantizar la seguridad de las personas.
En este sentido, Gómez explica que “los ciudadanos afectados que deseen que se actúe sobre su parcela, deben presentar una instancia por registro para solicitar la intervención y, posteriormente, firmar un consentimiento para que se entre al terreno”.
“En muchos casos no se ha podido actuar porque el propietario no podía garantizar que pudiera estar 12 horas –que es lo que exige el protocolo de seguridad- sin acceder a la zona”, indica Gómez. Asimismo, “muchos otros vecinos nos han avisado para que acudiésemos a su terreno, pero tras un primer análisis, los técnicos han determinado que el foco no está allí, sino en un área colindante, por lo que se inicia un procedimiento para contactar con el dueño de la zona que realmente está afectada para ofrecerle el tratamiento, siempre a coste del Ayuntamiento”, señala la edila.
Tras la intervención, los propietarios reciben información sobre cómo actuar para controlar y evitar la proliferación de los insectos, que se extienden, mayoritariamente por la zona del río Millars. “El cauce es un foco de insectos y, aunque hemos pedido ayuda a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), en las últimas semanas tuvimos que fumigar por nuestra cuenta en la zona ajardinada del Termet y, posteriormente, se hizo en parcelas privadas de los alrededores a petición de sus dueños, con una gran mayoría de intervenciones en la calle Ermita y la zona del Madrigal, Atrevits, San Fermín y Molí Paquero y los alrededores del Camí Vell d’Onda y de Molí Bisbal, entre otros”, asegura.
“Las atenciones por picadura de mosquito en los centros de salud han aumentado un 60%, por ello estamos muy preocupados y hemos reclamado a la Diputación de Castellón y a la Generalitat que actúen y asuman sus responsabilidades, sin éxito”, indica. “Viendo su respuesta, no nos podíamos quedar parados y estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano, al igual que el resto de ayuntamientos afectados -que son muchos en la zona del litoral de Castellón- y trabajamos y atendemos de manera continua a los vecinos, que cada vez presentan más instancias para aplicar el tratamiento”. Un producto que no se dejará de administrar durante el resto del año de forma preventiva.