El Ayuntamiento de Almassora recortó hasta los 14,15 días el periodo medio de pago de facturas en 2020 para aliviar las cargas derivadas de la crisis económica del coronavirus. De esta forma, todos los órganos gestores del consistorio se volcaron el año pasado para reducir el proceso de liquidación a autónomos y empresas hasta lograr el mejor dato de los últimos años.
El concejal de Hacienda, Santiago Agustí, ha destacado que este trabajo conjunto ha situado a la administración local como una de las más solventes de la provincia dentro de las de su volumen presupuestario y ha destacado como inédito en los últimos años el periodo medio de pago del tercer trimestre de 2020, que se situó en 10,57 días.
“Después del primer trimestre, cuando estalló la pandemia, no hemos dejado una horquilla que oscila entre los 10 y los 14 días para compensar a empresas y autónomos el descenso de los ingresos vinculado al recorte de la actividad que ha supuesto el coronavirus”, según esta parte. De hecho, ya en la segunda quincena de marzo, coincidiendo con el primer estado de alarma, el Ayuntamiento desembolsó 577.669,28 euros en facturas a sus proveedores.
Tal como ha indicado el edil, las mayores beneficiarias han sido las empresas locales, que coparon gran parte del gasto en suministros, obras y servicios a través del plan Reactivem. De hecho, entre la desescalada de la primavera y el mes de diciembre, el consistorio contrató a empresas y autónomos de la localidad para realizar trabajos valorados en 308.666,20. “Son más de 300.000 euros que se quedan en Almassora para mantener la actividad y garantizar la solvencia de estos trabajadores”, en palabras de Santiago Agustí.
El programa de apoyo a la empresa local es pionero y se mantendrá durante este ejercicio, al igual que los órganos gestores continuarán con la política para acelerar el pago a proveedores, que ha pasado de 29,75 días en 2017 a 17,3 un año después, 16,2 de media de 2019 y los 14,15 que constituyen el periodo medio de pago a proveedores en 2020, según los datos del balance facilitado por la Tesorería municipal.
Esos fondos han permitido, entre otros, inyectar liquidez a las empresas locales por la pintura del edificio de Servicios Sociales en la avenida José Ortiz, el patio del centro social de Corell o la acequia de La Ratlla, además de los juegos infantiles en las plazas de Todos los Santos y Santa Teresa. La reparación del vallado de la zona deportiva de la playa, la adecuación de las duchas del vestuario del campo José Manuel Pesudo, el jardín vertical junto al colegio Regina Violant y las aceras de la plaza Virgen de Fátima son otros de los trabajos ejecutados en 2020 contratados a empresas locales.