Almassora estrena el depósito de agua que triplica su capacidad tras invertir 1,1 millones

Almassora estrena el depósito de agua que triplica su capacidad tras invertir 1,1 millones

Almassora ha estrenado el nuevo depósito de agua, que triplica la capacidad del anterior tras una inversión de 1,1 millones de euros por parte de Facsa, empresa concesionaria del servicio de abastecimiento de agua potable y alcantarillado. La infraestructura sustituye al viejo pozo de 1932 con el objetivo de pasar de 1.700 metros cúbicos a 5.000 para ofrecer mejores prestaciones y garantizar el suministro de agua potable en las franjas horarias de máximo consumo.

Este nuevo sistema de almacenamiento recibe el agua procedente de los pozos 1 (local), 2 y 3 -situados a casi un kilómetro de distancia- y, a su vez, llena mediante una válvula motorizada el depósito de relevación. Entre ambos suman 7.000 metros cúbicos. Cabe recordar que la zona de la playa recibe el agua procedente de un punto de entrega de Castelló. Sin embargo, con este nuevo depósito Almassora evitará depender de la capital en caso de ejecutar en el futuro la obra de nueva conducción a la playa.

 

La alcaldesa, Merche Galí, acompañada por el concejal de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, y el técnico municipal Francisco Lozoya, ha inaugurado el nuevo depósito de agua de la población de Almassora, que desde este mediodía se encuentra en funcionamiento en la misma ubicación que el anterior. En la visita han participado también el director de área de Abastecimiento de Facsa, Pascual Maximino; el coordinador de zona, Rafael Ferrer; y la jefa de Servicio, Patricia Agrasar.

La apertura de esta nueva infraestructura valorada en 1.124.000 euros alcanza también otro hito: elimina las pérdidas de agua que se producían por las grietas y fisuras que presentaba el antiguo depósito debido, principalmente, a su antigüedad. La nueva instalación está compuesta por 77 módulos prefabricados de hormigón armado de seis metros de altura que garantiza una mayor continuidad en el suministro de la localidad ante posibles contingencias.

 

Tal como han indicado fuentes de Facsa, las mejoras anunciadas para este año se suman a los 200.000 euros invertidos anualmente desde el 2018 hasta fin de contrato. Entre los objetivos del consistorio y la empresa concesionaria se encuentra el de eliminar progresivamente el fibrocemento de las tuberías antiguas y sustituirlo por materiales más duraderos y sostenibles que mejoren el servicio. En este sentido, el resto de actuaciones de este año está dirigido a mejorar las infraestructuras para dar un servicio de calidad y en la ejecución de renovaciones de red en la zona de la playa.