Almassora vivió ayer su Fiesta de Interés Turístico Provincial en la que ha repartido cerca de 8.000 raciones de arroz de Les Calderes en honor a Santa Quitèria. El municipio rememora sus orígenes y tradiciones de nuevo después de que la COVID-19 impactase en la rutina del 22 de mayo tanto en 2020 como en 2021 y obligase a adaptar la festividad a la situación sanitaria. Este año, vuelve el cocinado habitual de las 52 calderas de arroz, de las cuales 22 estarán a la vista del público.
El volteo de campanas a las 8.30 de la mañana junto al disparo de carcasas ha anunciado el inicio de la jornada más importante de las fiestas de Santa Quitèria. La parroquia de la Natividad de Nuestra Señora ha recibido al público para la misa en honor a la patrona, después de que el año pasado tuviese que celebrarse al aire libre en la plaza de la Iglesia para evitar contagios de coronavirus.
Antes de la entrega del plato más popular de las fiestas de Almassora ha tenido lugar la ‘mascletà’ disparada por la pirotecnia Baldayo’s en la calle san Pedro y la visita a la Residencia Municipal de la Tercera Edad para que los mayores reciban, como cada año, su ración de arroz.
Poco después, el fundador de Talleres Agustí, Jorge Salvador Agustí, ha recogido la Caldera de Honor 2022. El equipo de gobierno ha querido reconocer su vínculo con la localidad y su compromiso con el trabajo, además de premiarle en el mismo año de su jubilación. Del mismo modo, la Junta de Damas de Santa Quitèria ha hecho entrega a Cruz Roja y Cáritas de los 5.000 euros recaudados durante la romería con la venta de cintas y pañuelos, “un gesto solidario que hace todavía más especial el día de Santa Quitèria”, como ha apuntado la alcaldesa del municipio, Merche Galí.
Poco después, a las 14 horas, el párroco Juan Ángel Tapiador, ante Galí y la reina de las fiestas, María Gonell, y su corte de honor ha bendecido las calderas para proceder al reparto de las cerca de 8.000 raciones de arroz. Vicente Arquimbau ha sido el encargado de capitanear, otro año más, al equipo de cocina y ayudantes para atender a todos aquellos vecinos que acuden a por el plato típico del 22 de mayo. Cada caldera está compuesta por 14 kilos de arroz y 14 de pollo, un trozo y medio de costilla, un litro de aceite, 2’5 kilos de guisantes, 2 kilos de tomate triturado, ajos, azafrán y sal.
La jornada en honor a la patrona continuará por la tarde con la habitual procesión por la Vila con la presencia de reina y damas de la corte de honor, la Junta de Damas de Santa Quitèria y las autoridades. Al finalizar el recorrido una gran traca de fuegos artificiales invadirá las calles y pondrá el broche final al día más esperado para el vecindario de Almassora.
Las fiestas continuarán mañana con el pasacalles de las peñas y collas al ritmo de la charanga Banana Boom, así como con una nueva jornada de toros. El martes, día de las personas mayores, seguirá la programación festiva con un tributo a Rocío Jurado de la mano de Tamara Jerez.