La alcaldesa de Vilafranca, Silvia Colom, ha encabezado esta mañana la representación del Ayuntamiento de Vilafranca que ha participado en la manifestación de apoyo a los trabajadores de la empresa Marie Claire. Silvia Colom ha declarado que «ahora lo que nosotros queremos y lo que necesitamos es que se solucione la situación de los trabajadores y trabajadoras, que todos lo más pronto posible puedan tener algún ingreso, puedan cobrar su indemnización y puedan tener una tranquilidad para poder intentar buscar un nuevo empleo». Más de 500 personas se han concentrado frente a la fábrica Marie Claire para exigir una rápida solución a la situación de los trabajadores y trabajadoras que han padecido el cierre de la empresa.
La primera edil ha considerado que «es un día triste, es un día de desolación en el que ya habéis visto a los villafranquinos y las villafranquinas y parte de compañeros y compañeras alcaldes y alcaldesas han venido a apoyar a todos los trabajadores y trabajadoras de Vilafranca y de parte de la comarca, porque hoy es uno de los días más tristes para Vilafranca».
Silvia Colom ha insistido en su petición de reunión urgente al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón: «Como bien dije la semana pasada en un comunicado, el Ayuntamiento de Vilafranca, yo como alcaldesa, he pedido una reunión urgente al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón y le vuelvo a reiterar la demanda que al igual que en anteriores veces se apoye al pueblo de Vilafranca, a la comarca, y sobre todo a los trabajadores y trabajadoras de Vilafranca que no se merecen lo que están sufriendo, que después de todo el tiempo que han estado esperando por todas las cosas, por toda la situación en que han aguantado, ahora estén en esta situación en la que se quedan como en tierra de nadie hasta que puedan cobrar estas indemnizaciones y tengan esta tranquilidad».
La alcaldesa ha condenado la situación a la que ha sometido a los trabajadores la empresa Formen, que adquirió Marie Claire en el proceso concursal: «Yo creo que la gente se ha sentido engañada, decepcionada, incluso estafada por el hecho de estar esperando, escuchando que ‘ahora no os preocupéis, que se os pagará, ahora no os preocupéis’. Vilafranca y Els Ports son resilientes, pero ha llegado un momento en que ya no se puede aguantar esta situación y hemos llegado a este punto en el que es el que nunca el pueblo habría querido llegar. Ya sabéis que el 90% de la población de Vilafranca ha estado viviendo de la industria y es una forma de vida que ahora se nos va».