El Ayuntamiento de Vila-real mantiene y refuerza el apoyo económico municipal a Cáritas Interparroquial en el marco de la alianza social del consistorio con las entidades que atienden a las personas en situación de vulnerabilidad y cuya labor se ha incrementado de forma importante a raíz de la crisis económica por la pandemia. El concejal de Servicios Sociales, Álvaro Escorihuela, ha acompañado hoy a la directora de Cáritas Interparroquial de Vila-real, Carmen Miralles, en la presentación de la memoria social de 2020, un año marcado por la crisis sanitaria.
Escorihuela ha agradecido la tarea que lleva a cabo la entidad para ayudar a las familias en situación de vulnerabilidad y ha destacado que en el presupuesto de 2021, el Ayuntamiento ha consolidado el incremento del convenio con Cáritas Interparroquial, que en 2020 pasó de 21.000 a 30.000 euros, para reforzar la acción social durante la pandemia. Las cuentas municipales de 2021 contemplan ya directamente una aportación de 30.000 euros para Cáritas, una decisión que “cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos del Ayuntamiento, porque sabemos que la labor de Cáritas es fundamental para hacer de Vila-real una ciudad cada día más inclusiva y con más oportunidades para todas las personas”.
La directora de Cáritas Interparroquial de Vila-real, Carmen Miralles, ha recordado que durante los momentos más duros de la crisis sanitaria “muchas familias que se quedaron en situación de paro acudieron en Cáritas para cubrir sus necesidades básicas, ante los retrasos en el cobro de las prestaciones”. En este sentido, Miralles ha destacado la tarea que durante 2020 se realizó para el reparto del catering social. “Gracias a la colaboración del Villarreal CF, el Ayuntamiento, y otras instituciones y empresas de la provincia, llegamos a repartir 2.000 raciones semanales de comida preparada, hasta alcanzar cerca de 50.000 raciones durante todo el año”, ha detallado la directora de Cáritas Interparroquial. Respecto al reparto de otros alimentos, durante el año pasado se realizaron un total de 2.592 entregas a 281 familias, lo que supone 881 personas atendidas.
Cáritas Interparroquial realiza una labor de acompañamiento integral a familias necesitadas, de las que el 50% son de nacionalidad española, entre el 35% y el 40% son de nacionalidad marroquí, seguidas de familias venezolanas y, en menor medida, colombianas y rumanas. Según la memoria de Cáritas, el perfil de las personas que acuden a los servicios de acogida a familias son parejas con hijos, familias monoparentales (la mayoría mujeres), personas solas, sin estudios o estudios primarios, sin ingresos o con ingresos insuficientes o percibiendo pensiones no contributivas. La entidad les ofrece ayudas para cubrir necesidades básicas, como alimentos o ropa; pago de suministros o alquiler de vivienda; apoyo a la salud o a la educación; ayuda para la tramitación de documentos o transporte.
Respecto a las clases de castellano y las clases de refuerzo para los menores de familias vulnerables, Miralles ha explicado que durante 2020 se tuvieron que suspender a causa de la pandemia, pero la previsión es poderlas retomar a partir de septiembre. La directora de Cáritas ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento de Vila-real, así como de todas las familias que ayudan a sufragar la tarea de la entidad, y ha hecho un llamamiento al voluntariado joven, porque “muchos de nuestros voluntarios son personas mayores que a causa de la pandemia han tenido que quedarse a casa y necesitamos gente más joven para tomar el relevo en el voluntariado y poder continuar con actividades como las clases de refuerzo”. Cáritas Interparroquial cuenta con 16 voluntarios, a los que se suman otros 25 repartidos en las Cáritas de las parroquias de San Jaime, Santa Isabel, Santa Sofía y los Santos Evangelistas.