Vivir en el interior de la provincia no debería convertirse en una penitencia “si los servicios y recursos a los que tenemos derecho se preservaran y garantizaran”. Así lo considera la alcaldesa de Benafigos, Sara Escrig, quien ha lamentado que la cobertura sanitaria de este pueblo de l’Alcalatén se haya visto recortada en más de un 60% desde el inicio de la pandemia.
Con una población que no alcanza los 150 habitantes, “mis vecinos tienen el mismo derecho que el resto de ciudadanos de esta provincia a disfrutar de los servicios y recursos públicos”. Y ello incluye la sanidad, “un recurso vital”, recuerda Escrig.
En el caso de Benafigos esta cobertura sanitaria está desmantelada desde que el 14 de marzo de 2020 se decretó el estado de alarma por pandemia. “Nos dijeron que el recorte en cobertura sanitaria iba a ser temporal. Pero lo cierto es que el próximo mes se cumplirán dos años y eso es mucho para una población mayor como es la de nuestro pueblo. Es una decisión injusta, inmerecida y que exigimos que sea restituida”, ha señalado la alcaldesa.
En efecto, en Benafigos la presencia del médico se producía tres días a la semana dos horas cada día. “Desde hace cerca de dos años solo se presta un día a la semana y en la mayoría de las ocasiones menos de dos horas ese día”. “Mi pueblo no tiene recursos económicos, somos muy pocos vecinos y nuestra voz se ahoga por un Consell que nos aplasta. Y lo que queremos es que se escuche alto y claro: Benafigos exige un servicio médico en condiciones”, ha manifestado su alcaldesa.