El concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, ha hecho balance de la calidad del agua en la ciudad, después de que a inicios de 2016 se diera por controlada una subida puntual del nivel de bromacilo, asegurando que “nuestras aguas son de gran calidad desde hace un año y ya no tenemos que mezclarla con la del Consorcio de Aguas de la Plana, del que sólo hemos usado un 1,5% de nuestros derechos”.
Valverde ha explicado que el Consorcio de Aguas de la Plana, en el que participan 11 municipios, “se creó para garantizar que todas las localidades tuvieran abastecimiento total de agua en época de sequía o en otras situaciones”. En total son ocho hectómetros cúbicos los que se reparten entre todos los miembros de manera proporcional a su número de abonados y “si en algún momento algún municipio consume más de los derechos que le corresponden, debe compensar al resto”. De este modo, Vila-real, con unos derechos de 1,9 millones de metros cúbicos, sólo ha hecho uso de 31.160 metros cúbicos, un 1,58% del total permitido. “La ciudad se abastece inicialmente de cuatro pozos y durante el ejercicio 2016 no se han tenido que mezclar esas aguas con las del Consorcio”, explica Valverde, ya que “la calidad ha sido siempre óptima”.
En este sentido, indica que las analíticas mensuales que se realizan tratan un total de 89 elementos distintos que han resultado estar en los niveles adecuados”, por lo que asegura que “seguiremos contando con el agua del Consorcio, aunque no hagamos uso de ella, ya que de los cuatro pozos principales, la Bassa del Poble y el Pou d’Amorós funcionan a pleno rendimiento, mientras los otros dos, el de Reg Nou y Carinyena lo hacen al 10% de sus posibilidades, por lo que contamos con una buena situación”.
Valverde reitera que “el nivel de bromacilo, que en algún momento tocó su máximo permitido anteriormente, ha desaparecido por completo, gracias a la decisión de este equipo de gobierno de mezclar con el agua del Consorcio para mejorar su calidad, ya que sabíamos que era un problema coyuntural, en lugar de hacer caso de la exigencia del PP, que pedía la instalación de dos plantas de tratamiento con filtro de carbono, que hubieran costado 368.000 euros cada una, más el mantenimiento posterior y que ahora mismo estarían inutilizadas y obsoletas, lo que demuestra que tomamos la decisión acertada”.
De este modo, el hecho de no haber usado más que un 1,5% de los derechos en 2016, significará la compensación, por parte de los municipios que sí han rebasado su límite, de 28.918 euros. Una cantidad que se descontará de la cuota que la ciudad paga anualmente por las instalaciones y los derechos del agua. “Localidades como la Vilavella o les Alqueries han gastado más de un 200%, mientras Xilxes, Moncofa y la Vall han superado el 100%, de manera que deberán compensar, pagando su cuota y un plus, tanto a Vila-real, Onda, Burriana y Nules, que no han alcanzado la cantidad máxima estipulada”.
“Con los pozos de la ciudad y la pertenencia al Consorcio tenemos garantizado el abastecimiento, en cantidad y calidad, al igual que lo tienen el resto de municipios”, concluye Valverde.