La nueva plaza del Mercado incorporará una zona techada y ajardinada para configurar un área de descanso en pleno centro

plaza  La nueva plaza junto al Mercado Central que resultará del derribo de los antiguos juzgados incorporará una zona techada a modo de pérgola, con un pequeño jardín y un banco de piedra con el objetivo de configurar un área de sombra que favorezca el descanso y el bienestar en los días de calor. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, y el primer teniente de alcalde, Pasqual Batalla, han visitado esta semana las obras de demolición y han conocido de primera mano los detalles de un proyecto que “configurará un espacio abierto en pleno centro urbano, poniendo en valor el entorno y dinamizando la zona, sus comercios y calles y, en definitiva, generando más espacios de oportunidades”, señala el primer edil.

Aunque el proyecto inicial contemplaba el diseño de una plaza completamente abierta, finalmente el desarrollo de las obras ha derivado en el diseño de una zona de sombra configurada por dos viseras del forjado de la planta superior, una más grande de unos nueve metros de profundidad y una segunda visera de unos cinco metros. “En la primera de ellas se ha diseñado un jardín y un banco corrido de piedra, con riego por vaporización que dará al espacio un ambiente fresco y agradable para que los vecinos puedan disfrutar del entorno urbano”, explica Obiol. También se incluirá una barandilla que rodea el área de la plaza y se utilizará para la superficie pavimento de empresas locales, “siguiendo con la política de contratación con firmas vila-realenses que hemos impulsado en los últimos cuatro años”. La conexión de la plaza con el Mercado, que estará también comunicado con el aparcamiento subterráneo, son otras de las mejoras del nuevo espacio, para el que se reutilizarán los materiales como farolas o papeleras, existentes en la zona antes del inicio de las obras.

El proyecto de la plaza del Mercado va, de esta manera, tomando forma, con el objetivo de tener listo el nuevo espacio urbano a principios de septiembre, cuando la imagen de la Virgen de Gracia pase junto a la plaza en su regreso a la ciudad para la celebración de las fiestas patronales. “Una de las cosas que verá la baixà será el conjunto de la iglesia arciprestal Mayor San Jaime, que hasta ahora quedaba parcialmente oculto tras el edificio, en toda su majestuosidad, de manera que el proyecto nos permite redescubrir y poner en valor uno de nuestros elementos patrimoniales más destacados y queridos, como es la iglesia Mayor, declarada Bien de Interés Cultural”, detalla el concejal de Territorio. Con este objetivo, el proyecto incorporará la instalación de focos “para hacer la iglesia todavía más visible y majestuosa”.